Pàgines

miércoles, 17 de febrero de 2016

Quiero ser Youtuber

Este año doy clases particulares a un niño de tercero de primaria. Para los que no quieran echar cuentas, nueve años recién cumpliditos. Poco a poco se ha abierto a mí y me cuenta lo que le gusta, sus batallitas en el colegio, la chica que le gusta de la clase... Es lo normal cuando necesitas cinco minutos de descanso porque la hora y media le parece una eternidad. 

La semana pasada me preguntó si jugaba a videojuegos y que consola tenía en casa. Como "friki" de todo ese mundo, se quedó pasmado cuando le explicaba la gran colección que tengo en casa. Literalmente dijo: "Pero... si tu eres profe...Los profes no juegan a esto...". 
¿Mi contestación? Que ser maestra no implicaba que no me pudieran gustar los videojuegos. Debo añadir antes de seguir, que mi adicción es bastante grande y por eso, conozco los juegos nuevos que salen en el mercado. Eso hace que conozca la inmensa mayoría de juegos que están de moda ahora y el público destinado a ellos. 
El martes, durante esos cinco minutos que le saben a gloria, me dijo que quería ser Youtuber. Bueno, literalmente fue así: "¿Tú conoces a Vegetta777?". Le contesté en modo de pregunta: "¿Es un Youtuber que sube gameplays, cierto?". Su cara de asombro era tremenda, a lo que contestó: "¿Tú lo sabes todo?, pues yo quiero ser como Vegetta777, quiero ser Youtuber".

Hasta ahí la breve historia. Hablo sabiendo que soy la primera que ve a Youtubers, que ríe y se lo pasa genial viendo gameplays (entre otros), pero... sin pelos en la lengua... ¿Que coño estamos creando?
Un niño que no funciona en las clases, que no sabe qué son las fracciones, que digo, no sabe prácticamente qué es multiplicar o dividir, pero os diré lo que sabe (o cree saber), que siendo Youtuber se gana mucho dinero y que para eso no necesitas estudiar. Eso fue lo que dijo cuando le dije que primero tenía que aprender mucho más sobre todo. 
Un niño aficionado a las bicicletas, que sabe y conoce a la perfección diferentes modelos de bicicleta, desde las de carreras o las de calle (perdonar mi ignorancia, yo también me asombro al escucharlo), que dice con nueve años que lo que quiere ser de mayor es Youtuber, ganar mucho dinero y jugar las 24h a la consola....

¿Y a todo esto que le contesto?¿Que le digo a un niño de nueve años? ¿Que no podrá ganar dinero de eso? ¿Que solo unos pocos consiguen trabajar de eso? ¿Que detrás de cada vídeo de 8 minutos hay muchas horas de trabajo? El gran problema de Youtube es que todo el mundo ve un producto final y no el proceso de creación y por lo tanto, parece el mejor trabajo del mundo, sin presión, sin cansarse mucho y jugando a videojuegos...
Ahora esta de moda ser Youtuber y lo peor de eso, es que muchos padres viven en la ignorancia, pensando que su hijo ve a un chico que comenta un vídeo de Minecraft o juega con sus amigos a Rocket League, cuando realmente, ese niño va más allí del vídeo, ve la oportunidad de dedicarse a eso de mayor, tal y como lo hacen los Youtubers actuales.

No le diré nunca si llegará o no a ser Youtuber, eso no lo decido yo, ni incluso él, sino sus futuros seguidores. No mentiré diciendo que no ganan dinero, eso yo ni lo sé ni me importa. No le diré que la vida de Youtuber puede no ser fácil, de eso se dará cuenta él si lo consigue. Y a todo eso, sigo sin saber qué contestarle, que frase es la más adecuada para motivarlo a seguir estudiando para el examen de matemáticas del jueves...

martes, 13 de octubre de 2015

Tengo miedo...

Tengo miedo, mucho miedo. Hoy es el primer día de prácticas. Sí, ya soy maestra pero esto es diferente. Hoy es mi primer día en Primaria. Y sí, tengo miedo porque me da la sensación que no estoy preparada, que no sé nada, que no sabré como tractar a los niños. Soy maestra pero aún no me lo acabo de creer.


Delante la puerta de la escuela, oigo las voces de los niños y niñas que me ponen nerviosa, aunque realmente siempre hayan sido motivo de mis alegrías. Pero ahora mismo no, ahora me dan miedo.
Pienso en todo lo que he aprendido durante estos últimos cuatro años, en lo que creo que me puede ayudar a llevarlo de la mejor manera posible, pero mis inquietudes son mucho más fuertes y se apoderan de cualquier pensamiento racional que pueda tener. 
Entro en clase, leo el horario detenidamente mientras la maestra me habla de las asignaturas de ese día. Intento escucharla pero el horario escolar me supera. ¿Qué les enseñaré? ¿Qué les puedo aportar? ¿Qué intervención haré? ¿Un proyecto? O me centro en una asignatura? Y si es así, ¿cuál?.

No soy capaz de escucharla detenidamente porque ya empiezan a llegar los alumnos y me pongo aún más nerviosa. Pasan las horas y lo veo todo diferente a Infantil. Lo
s niños se sientan en sus sillas, alzan la mano cuando quieren contestar y esperan su turno. Hablan, pero de una manera diferente, y los encuentro bastante interesantes y divertidos. Las asignaturas son diferentes a las que yo hacía de pequeña, alguna cosa ha cambiado en el sistema educativo y de manera positiva.

Acaba el día. Salgo de clase y me voy contenta pero un poco desconcertada. Sigo sin saber que me espera durante estas prácticas pero me voy alegre, con ganas de más y sobretodo de aprender y formarme como maestra. Me gustaría aprender como funciona la etapa de Primaria, ver los comportamientos de los alumnos y de los maestros, cómo se dialoga, cómo se reflexiona y cómo aprenden. Seguramente aprenderé todo eso y más, pero aún esta por ver.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

No puedo mentirte más...

Y es que no puedo mentirte más, no puedo. Que quiero que sepas que yo por ti lo daría todo todito, las nubes, el cielo, el sol, el mar, incluso mi corazón. Volaría por islas desconocidas si tuviera que encontrarte. Viajaría hasta el fin del mundo para encontrarte. Que me encantan tus besos, tu forma de reír y la manera que tienes para sacarme una sonrisa cuando estoy mal. Me encanta que me mires cuando yo no miro. Me encantan tus caricias y la manera que tienes para decir las cosas. Me encanta cuando tú y yo solos somos uno, cuando hablamos del futuro, cuando me abrazas fuerte, muy fuerte.

Me encantas, para que mentir.

APRENDER

Dicen que una verdadera amistad puede perdurar muchos años, incluso la vida entera. A veces dejamos de lado esa vida eterna sin motivo alguno. Creemos que sin necesidad de hacer mucho, durará para siempre. Pero no siempre es así. Las personas cambian, incluso nosotros mismos. Lo hacemos sin darnos cuenta, simplemente por todas aquellas experiencias que tenemos y que no son de nadie más que de nosotros mismos. Es entonces cuando todo lo que se había creado en un momento de nuestras vidas, poco a poco desaparece. Esperar, es cierto que hay muchas amistades que vuelven a renacer pero creerme, nunca va a ser lo mismo. Y vuelvo a repetirme, las experiencias que adquirimos (sean buenas o malas) son únicamente nuestras y nadie va a poder vivir lo mismo de igual manera. La realidad puede ser la misma pero nunca lo será la experiencia vivida. Cada uno lo vive de su manera y nunca, repito, NUNCA, lo vivido será igual. ¿Que si me arrepiento de haber perdido por el camino a personas que realmente me hacían la vida un poco más amena? No, y os diré el motivo. La gente viene y va, la gente elige caminos distintos y lo que en un momento puede ser igual para las dos personas, puede cambiar ese mismo día. Nos adaptamos a la gente que nos rodea hasta que los caminos se separan y ya nada vuelve a ser igual. Y no, las personas que pasaron por mi vida me hicieron aprender mucho y gracias a ellos elegí mi propio camino, igual que hicieron ellos. De lo que si que me alegro es de poder mantener amistades fuertes, de esas que se cuentan con la palma de la mano, que nunca fallan, que siempre están allí, que te comprenden, te apoyan y te miman (mucho). Y si algún día y por algún motivo que desconozco (porque leer el futuro aún no), esas personas desaparecen de mi vida, estaré igual de orgullosa de haber podido compartir mil momentos y mil historias que me hicieron crecer como persona y sobretodo APRENDER. 

lunes, 8 de junio de 2015

Ese ser llamado Selectividad


Nunca he sido de esas estudiantes de diez, bueno tampoco de notables ni de bien. Siempre he ido con el agua al cuello, rascando décimas para el aprobado, estudiando (o algo parecido) en el último momento y de mala gana. Nos enseñan materias que no queremos aprender, conocimientos vacíos que no llegan a nada más que a un examen. No nos preparan para la vida, nos preparan para la Selectividad. Sí, ese ser que da miedo, que escandaliza a los adolescentes, que no deja que duermas bien por las noches pero si que caigas redonda durante la mañana. Y, ¿para qué? Para una nota. Y de esa, sí, depende tu futuro. Y creo que es por ese motivo que los jóvenes se frustran y piensan que después de todo este camino, de estudiar para sacar buena nota, es OBLIGATORIO estudiar algo más, sea lo que sea, aunque no hayas escuchado nunca el nombre de ese Grado o no sepas que salidas profesionales tiene. Un consejo: Amar lo que estudiáis, creer en vuestra vocación y realmente hacer lo que os haga más felices. Nunca dejéis que nada ni nadie os diga que podéis hacer y hasta donde podéis llegar, eso solamente lo marca uno mismo.
Realmente, si lo pensáis, la gente que trabaja de lo que quiere, es gente con ganas, que nunca pierde la fuerza, que aparece a las ocho de la mañana (y eso de las ocho... es otro tema) con una sonrisa en la cara, que piensa en mejorar y lo logra al final. Y no quiero que entendáis que para avanzar solamente se debe estudiar, no. Es tener inquietudes, formarte de lo que te gusta, buscar información (que con Internete es muy fácil) y ser curioso en aquello que te gusta.


Solamente os puedo asegurar que en el momento que realmente estudias lo que quieres y amas con pasión tu futura profesión, todo cambia. Que yo y cada una de las personas "del cinco" somos capaces de callar bocas y de llegar donde sea, de superar cualquier obstáculo, por difícil que sea. Hoy, y después de cuatro duros años puedo decir que soy lo que siempre he deseado ser, que estoy enamorada completamente de mi trabajo y que más que un trabajo, es vocación. Han sido de los mejores años de mi vida, donde realmente he visto hasta donde puedo llegar, he sorprendido al mundo con notas que nadie esperaba años atrás y solamente porque he amado cada letra y cada frase que leía. No ha sido todo color rosa ni mucho menos, he llorado, he gritado, he dormido muy poco y me he levantado muy pronto, pero también he reído, he llorado (de risa), he aprendido, he valorado pequeñas cosas que creía que no tenían importancia y sobretodo, he disfrutado/aprovechado cada uno de esos momentos, los buenos y los malos.
May the odds be ever in your favor!


domingo, 7 de junio de 2015

Y suena un grande...


Sigo a la gente que me interesa porque la única gente que me interesa es la que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo. La gente que nunca bosteza, ni habla de lugares comunes, sino que arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas ente las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un "¡Oh!"
On the Road. Jack Kerouac